destituído candidato por su presunto nazismo.
Nos identifica como “Centro Educativo Nacional N° 1140”, cuando la fiscalización no va acompañada de una labor de investigación y/o conocimiento a cabalidad de todos los aspectos que involucre lo presuntamente irregular; obviamente, deviene en improvisación, empirismo, facilismo, ignorancia. Ojalá, pueda leer la insignia o la carátula de alguna alumna cercana a ella, allí dice: Institución Educativa Nº 1140 “Aurelio Miró Quesada Sosa”. Nombre del gran humanista y periodista, director del diario El Comercio, a través del cual denunció la ilegitimidad de la reelección fujimorista, los atropellos a los DD.HH. y otras tropelías de su líder de grupo político.
Se quiere hacer creer que su presencia fue en “calidad Miembro (sic) de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte” y no a título personal o por el llamado de un familiar cercano; pues esta familiar ya había anunciado que la iba a llamar porque a su sobrina la estarían reteniendo en el ingreso inmediato al colegio por la falta del uniforme completo. Y, así fue como se apareció la congresista, enfrentándose a las madres de familia que controlan la puerta en la hora de ingreso, madres organizadas en la Brigada de Autoprotección Escolar BAPE (organismo auspiciado y organizado por la PNP), y que por mandato de la Asamblea de Padres de Familia tratan de que los alumnos cumplan con las normas básicas de disciplina, entre ellos, la puntualidad, el uso del uniforme completo, el corte escolar, etc. Estos alumnos no pasan inmediatamente a sus aulas porque son preguntados por el motivo de su falta y se les registra para tener una referencia y/o comunicar a sus padres.
Obviamente, la parlamentaria, al comprender recién la situación penosa en que se encontraba, sin el hecho fiscalizable por el cual fue llamado, y para justificar su presencia y en su afán dizque fiscalizador, preguntó a su allegada por otros hechos de presunto maltrato y esta le respondió sobre el corte del cabello y sobre el responsable de este corte. Identificado este responsable, manifestó que para persuadir a los alumnos, en esta oportunidad tenía una tijera en la mano y en ocasiones hacia ademanes de corte y en otros, estos gestos llegaban a cortar las puntillas de algún mechón que cogía. Por eso cuando se le toma las fotos a los alumnos supuestamente maltratados y desfigurados no se distingue la porción cortada. Pero ya con todo esto, la voleibolista, tenía con que justificar su juego de fiscalizadora del bienestar de los alumnos y apoyado por la policía se registró nombres, se tomó fotos, se armó la justificación.
¿Así se fiscaliza e investiga en el Congreso como quien va al mercado y si no hay papá bueno son camotes? Claro debe ser la metodología de investigación científica practicada en el congreso y aplicada por sus noveles aprendices, a decir de “Hildebrant en sus trece” (Año 2, Nº 101) tenemos “un congreso que chorrea baba” por “la oratoria adefesiera” de sus miembros.
¿Esta congresista no tuvo más contacto comunicacional con su allegada en el colegio que este hecho particular?, pues si tanto le preocupaba la educación y bienestar de los niños y niñas en general, si realmente tenía interés en que su labor fiscalizadora beneficiara a cientos de alumnos se hubiera interesado en que su allegada y sus compañeros de aula y grado tuvieran un docente que hasta ahora está faltando. ¡Centenar y más de niños sin clases! Y, ya estando en el colegio hubiera indagado por algunas necesidades educativas que afectan a los docentes o padres de familia.
Ojala no se cumpla lo que comentaba Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica, quién en abril del año pasado hacía referencia a la escasa capacidad fiscalizadora de algunos congresistas: “Esa es una decisión calculada. El caso de Leyla Chihuán, el Angelito del Deporte, ellos cubren espacio de otros que pudieran hacer una labor parlamentaria, una función de representación, una función de fiscalización, de otro nivel” (Ver:http://lamula.pe/2011/04/16/columna-radial-hoy/malapalabrero/)
Ni mucho menos, estaremos de acuerdo con la frase del periodista Luis Torres Montero: “Qué fakin demonios hará Leyla Chihuán en el Congreso?” (Ver:http://lamula.pe/2011/01/20/fernando-tuesta-partidos-no-han-articulado-listas-de-calidad/idl/)
Se dice también que “la ocurrencia de estos hechos (están) corroborados mediante fotos y videos” y hasta ahora no hemos visto ninguna de estas fotos o videos que evidencien el maltrato.
Habría que ver, si la Comisión de Ética del Congreso prevé casos como este: uso de la representación parlamentaria a favor de intereses particulares, ¿será este un caso de lobbismo? ¿Quién es la lobbista?, si es así esperamos mejores noticias del congreso.